Los rumores son ciertos: si no controlamos el estrés podemos empezar a notarlo de muchas maneras. “El estrés provoca acné, caída del cabello y fotoenvejecimiento. Y sí, una vida estresante acelera la aparición de líneas de expresión y arrugas”, afirma la Dra. Beatriz Beltrán, fundadora de la clínica Beatriz Beltrán en Barcelona.