El verano y las infecciones genitourinarias están directamente relacionados. Los baños, los bikinis mojados, las piscinas públicas o la arena de la playa son los principales causantes. Sin embargo, muchas veces hablamos de infecciones íntimas sin saber muy bien si se trata de una infección de orina o una infección vaginal por hongos o bacterias. Por eso, Belén Gómez, ginecóloga del Hospital Infanta Leonor y colaboradora habitual de Chilly nos da las claves para diferenciarlas y saber cómo se trata cada una de ellas:
“En verano, el aumento de temperaturas y sudoración, salidas al aire libre y baños repetidos, aumentan la humedad en la zona genital. Esta situación puede favorecer la proliferación de gérmenes como hongos o bacterias, que se encuentran en nuestra piel y nuestro tracto digestivo y ya colonizan la vagina habitualmente sin provocar síntomas. Si la flora vaginal habitual, compuesta principalmente por Lactobacilos, no está en equilibrio, estos gérmenes crecerían de forma desproporcionada y pueden provocar síntomas de vulvovaginitis, como picor, escozor y aumento de secreción. Éstas suelen ser provocadas por el hongo Cándida (candidiasis) o por la bacteria Gardnerella (vaginosis bacteriana). Estas dos infecciones son las más frecuentes en la zona genital”, afirma la doctora Gómez.
Además, continúa la ginecóloga “por la misma humedad, son más frecuentes los eccemas en zonas de los pliegues que, a veces, se pueden sobreinfectar y requerir tratamiento, o incluso las infecciones de orina, por la deshidratación y el cúmulo de gérmenes en el residuo miccional que queda en la vejiga”.
Pero para actuar correctamente hay que saber los síntomas de cada infección. Belén explica que “las vulvovaginitis suelen tener síntomas comunes, como el picor genital, el escozor y la alteración del flujo. Si el flujo genital es grumoso, espeso y blanquecino, suele ser debido a una infección por Cándida. Si lo más llamativo es el olor intenso y desagradable, similar al pescado, y el flujo es espumoso, grisáceo o verdoso, suele ser debido a una infección por Gardnerella”.
“Ante cualquiera de estas señales, los remedios caseros no aseguran un tratamiento seguro, pudiendo en algunas ocasiones empeorar los síntomas. Se recomienda siempre acudir a un especialista. Los farmacéuticos pueden recomendarte con seguridad fármacos para las vulvovaginitis. Pero si los síntomas perduran, reaparecen o empeoran, es necesaria la valoración por un ginecólogo, que puede considerar realizar un cultivo y determinar el germen específico que está causando esta infección y el mejor tratamiento para erradicarlo”.
A su vez, “las últimas recomendaciones de las sociedades de ginecología afirman que el uso de probióticos (vía oral o vaginal), unido al tratamiento específico del germen que está causando la infección, mejoran la recuperación, ya que regeneran la flora vaginal y recuperan el equilibrio del ph vaginal que es tan importante para evitar el crecimiento de hongos y bacterias”.
Por último, la ginecóloga recomienda llevar una correcta higiene íntima. En verano, lo más cómodo es tener a mano toallitas que ayuden a mantener limpia la zona genital en cualquier momento y lugar. En concreto, las toallitas Chilly mantienen el equilibrio tanto del pH como de la flora vaginal, evitando infecciones. Además, destacan por sus propiedades refrescantes y su fórmula con molécula Anti-Odor, que neutraliza la formación de malos olores gracias a su acción antibacteriana.
La gama de toallitas Chilly, dispone de 5 variedades, que se adaptan a todas las necesidades, aportando frescura, limpieza, seguridad, protección y delicadeza:
- CHILLY FRESH: proporcionan frescura intensa y protección duradera non stop, enriquecidas con Mentol natural, que da una sensación de vitalidad durante todo el día y respeta el equilibrio fisiológico de las mucosas genitales.
- CHILLY DELICADO: protegen el microbioma vaginal y proporcionan una sensación de delicadeza y bienestar durante todo el día. Perfectas para mujeres con pieles y mucosas sensibles ya que tienen una fórmula suave con Aloe Vera y Hamamelis.
- CHILLY PROTECT: ideales para cuando se frecuentan lugares públicos con alto riesgo bacteriano, como la playa, la piscina o el gimnasio, ya que están enriquecidas con Tomillo y Salvia. Con propiedades antisépticas que favorecen la protección en los momentos de mayor riesgo de contacto bacteriano.
- CHILLY CALMANTE: están enriquecidas con Bisabolol, un agente dermocalmante que proporciona una agradable sensación de alivio de las pequeñas molestias íntimas diarias como el ardor y el picor, evitando así irritaciones y enrojecimientos.
- CHILLY 3.5: ofrecen prevención y equilibrio gracias a su fórmula especial con pH 3.5 enriquecida con Ácido Láctico, que ayuda apreservar la acidez fisiológica de la zona íntima durante momentos especiales como el embarazo, postparto o menopausia.





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