5 curiosidades de las torrijas y cómo preparar las de toda la vida

Si hay un dulce típico de Semana Santa es la torrija, un postre de origen popular realizado a base de pan frito, que por la sencillez de sus ingredientes se ha convertido en el alimento perfecto para comer durante los días de Cuaresma y Semana Santa.

Además de las más tradicionales, como son las torrijas de leche, miel o vino, este dulce típico se reinventa cada año para satisfacer a los paladares más exigentes. Por eso, nos encontramos también con torrijas  rellenas de crema,  de chocolate o incluso de hojaldre o pionono.

Tanto como si se es de torrija tradicional como más gourmet, además del pan otro de los ingredientes básicos para elaborar este dulce son los huevos. Por eso, Pazo de Vilane, empresa pionera desde 1996 en huevo campero y especializada 100% en este tipo de producción, desvela algunas curiosidades de este delicioso postre y comparte su fórmula secreta torrijera, la receta de torrijas de Pazo de Vilane, la de toda la vida, basada en leche, pan, huevos camperos bien frescos y un chorrito de almíbar de vino dulce.

Origen milenario

El origen de la torrija parece remontarse a la época de los romanos. En este sentido, se han encontrado referencias a una receta del siglo I d.C. de una receta muy similar a partir de una tostada o galleta, leche, aceite y miel.

En toda España se hicieron muy populares en la Cuaresma. El pan, la leche y los huevos proveían de energía a los labradores y eran ingredientes asequibles para los más humildes.

Una receta perfecta de aprovechamiento

A la hora de elaborar este postre, hay quien prefiere el pan especial para torrijas, pero lo cierto es que la receta sale también muy rica con pan del día anterior. De hecho es una excelente receta de aprovechamiento, económica y sana con ingredientes naturales, además de riquísima.

Un postre para el posparto en el siglo XVII

Según afirman algunos escritos, allá por el año 1600 la receta de la torrija se utilizaba para aliviar a las parturientas y para favorecer su recuperación tras el parto.

Asociar  la Cuaresma y la Semana Santa fue un tiempo después, aunque no se sabe la fecha exacta. Aunque son muchos los expertos que creen  que se debía a la necesidad de aprovechar el pan sobrante durante el tiempo en que no se podía comer carne. 

Ideales para la media mañana del cole

Si preparas muchas y las guardas en la nevera (solas, sin vino ni almíbar) puedes aprovecharlas como excelente tentempié de los niños para el recreo.

También les encantarán en el desayuno o en la merienda, y son mucho más sanas que los cereales, las galletas o la bollería industrial.

En España y en más países

Pese a lo que se pueda creer, la torrija no es un dulce exclusivo de España. Aunque versionadas y adaptadas a los gustos locales, hay otros países que tienen sus “propias” torrijas. Un ejemplo de ello es Grecia con su “Avgofeta”,  las “Fotzelschnitten” suizas, las “Fatias” de Portugal o la tostada francesa en Francia.

Receta torrija tradicional al estilo “Pazo de Vilane”

Ingredientes

  • 2 barras de pan para torrijas
  • 2 huevos camperos 
  • 150 gr. de azúcar (aprox)
  • 150 ml. de agua
  • 1 cucharada de miel
  • Una o dos cucharadas de vino dulce, mistela o anís (opcional)
  • 1 litro de leche
  • Cáscara de limón, naranja o lima (la que prefieras)
  • Una ramita de canela
  • Vainilla (en rama o en esencia)
  • Aceite de oliva 0,4 para freír

Elaboración

  • Elabora un almíbar con unos 100 gramos de azúcar y una cucharada de miel. Calienta a fuego lento hasta que tome un bonito color dorado.
  • Con mucho cuidado (para evitar salpicaduras que podrían quemarte) añade el agua.
  • Si las torrijas no son para niños, incorpora un par de cucharadas de vino dulce o anís. En tal caso, sube el fuego hasta que se evapore el alcohol y la mezcla esté espesa.
  • Retira el almíbar del fuego y deja que se enfríe.
  • Por otro lado, calienta en una cazuela 1 litro de leche. Añade la cáscara de limón o naranja, 50 gramos de azúcar, una rama de canela y la vainilla.
  • En cuanto rompa el hervor, retira del fuego y deja reposar hasta que esté casi fría, para que se infusione la leche.
  • Mientras, ve cortando las rebanadas de pan y mójalas en la leche.
  • Bate dos huevos camperos, escurre ligeramente las torrijas y ve pasándolas por los huevos batidos.
  • Fríelas en abundante aceite de oliva suave (0,4), para que las torrijas puedan flotar. En cuanto cojan un color dorado bonito, dales la vuelta.
  • Saca de una en una y escurre en papel de cocina absorbente.
  • Una vez escurridas, colócalas todas en una bandeja e incorpora el almíbar, que deberá estar frío.

Deja un comentario

Esta web funciona gracias a WordPress.com.

Subir ↑