El estreñimiento de los bebés es una de las preocupaciones más comunes de los padres y cuidadores en los primeros meses de vida. Se trata de un trastorno habitual en lactantes, ya que su sistema digestivo todavía no ha madurado lo suficiente y su motilidad y absorción son más lentas. Este malestar en el bebé influye directamente en su descanso y estado de ánimo y, por tanto, en la atmósfera general de la familia.
La realidad es que en las primeras semanas de vida cada bebé es un mundo y no hay un patrón o norma a seguir, ya que hay algunos que evacuan tras cada toma y otros solo unas veces por semana. Pero es cierto que hay algunas señales indicativas de estreñimiento como son:
- Estar molesto y regurgitar más
- Dificultad para defecar y parecer incomodo al realizarlo
- Que las heces sean duras o secas
- Inflamación en el abdomen
- Sangre en las heces
En los primeros meses, se debe a una inmadurez del sistema digestivo y lo habitual es tratarlo con pequeños masajes en casa, fisioterapia pediátrica o medicación en los casos en los que sea necesario. En los bebés de más de 6 meses puede estar causado por una alimentación pobre en fibra o la falta de ingesta de agua.
Una dieta equilibrada y rica en fibra puede ayudar a prevenir y aliviar el estreñimiento en bebés, por lo que es fundamental incluir en la misma alimentos beneficiosos para la salud intestinal, entre los que se incluyen frutas frescas y verduras, cereales integrales, legumbres, y alimentos ricos en probióticos.
Además, es importante asegurarse de que los bebés reciban suficiente líquido, ya sea a través de la leche materna, fórmula infantil o agua.
Las familias deben ser muy exigentes a la hora de decidir la alimentación de los más pequeños y confiar así en marcas que garanticen una opción nutricionalmente adecuada y que cumplan eficazmente con la normativa europea vigente de seguridad Babyfood, mediante la cual se regula y prohíbe que los alimentos contengan pesticidas, contaminantes o residuos de toxinas, químicos o plaguicidas.
Belén Alonso, técnico nutricionista de Laboratorios Alter señala que “esta normativa define un nivel mínimo y máximo de todos los compuestos nutricionales que deben adaptarse a las necesidades del bebé, es decir, las calorías, proteínas, carbohidratos, grasas, minerales, vitaminas y otros ingredientes”.
Entre las marcas de alimentación infantil que podemos encontrar hoy en día en el mercado, Nutribén es una de las decanas, pues lleva desde 1963 innovando para ofrecer productos seguros y de calidad a los más peques de la casa.
En bebés alimentados con leche de fórmula, es importante priorizar en preparados enriquecidos con probióticos, como Nutribén Innova, con una exclusiva formulación enriquecida con hierro que favorece el desarrollo cognitivo, vitaminas A, C y D, que contribuyen al normal funcionamiento del sistema inmune, oligosacáridos presentes en la leche materna y α-lactoalbúmina, proteína mayoritaria de la leche materna.

Además, si algún día tienes una emergencia, estás de viaje o no te ha dado tiempo de preparar la comida para tu peque, siempre puedes recurrir a un potito. En el caso de Nutribén cabe destacar que no contienen almidones, sal, colorantes, conservantes, gluten, aceite de palma ni azúcares añadidos. Tan solo las mejores materias primas y AOVE. Están elaborados en zonas totalmente controladas y certificadas por las autoridades sanitarias como seguras, además de sometidos a análisis bioquímicos de los alimentos.

Una firma como Nutribén, que ya conocían nuestras madres y abuelas, es garantía de seguridad. También en cuanto a sus cereales, los nuevos Nutribén Innova Zero sin azúcares añadidos ni producidos. Son los únicos cereales del mercado con el posbiótico *BPL1, reconocido por la OMS, EFSA y FDA, fuente de hierro, fibra, calcio, fósforo y 11 vitaminas, ideales para preparar en biberón, en plato o añadir en recetas de BLW como albóndigas, tortitas, etc.

*BPL1® es una marca registrada de Biopolis S.L. utilizado bajo licencia por Alter Farmacia S.A.
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