Son muchas las causas que pueden dar lugar a una lesión muscular: la acumulación de fatiga, una mala higiene postural, un cambio brusco en la rutina de ejercicios, una carencia nutricional, la falta de descanso… Es importante tener en cuenta todas estas variables para poder previnir cualquier problema muscular pero si, por desgracia, has contraído una lesión, también es muy importante saber diferenciar entre los diferentes tipos que existen. Al menos, saber distinguir entre las más comunes.
Ningún músculo del cuerpo está exento de sufrir una lesión. Al aprender a diferenciar entre las más comunes, siempre será más fácil prevenirlas, así como poder abordarlas para recuperar el músculo afectado en el menor tiempo posible.
Inflamación muscular. Se trata de un dolor que aparece a las 24-72 horas tras realizar un ejercicio intenso o desacostumbrado.
Contusión. Se produce cuando el músculo es golpeado contra un elemento rígido. Son muy frecuentes en los deportes de contacto y producen dolor difuso e inflamación.
Calambre. Es una contracción involuntaria y dolorosa de varios grupos de fibras musculares, debida a un esfuerzo exagerado sobre las mismas. Son de corta duración (segundos o un par de minutos), y habitualmente aparecen al inicio y al final de la práctica deportiva (al principio porque el músculo no está bien calentado, y al final por causa de fatiga y deshidratación).
Contractura. Se trata de una molestia muscular sin traumatismo ni contusión directos, que se acompaña de dolor cuando se palpa. Además se produce una dificultad para realizar el movimiento muscular completo. Suele aparecer de forma repentina y puede durar varios días.
Distensión. Es un estiramiento exagerado del músculo sin que llegue a romperse; es el conocido “tirón” muscular. Aparece cuando se lleva a un músculo al límite. Produce dolor difuso e inflamación.
Rotura fibrilar o desgarro muscular (rotura parcial o total). Es la rotura de un número considerable de fibras, y quien la sufre suele sentir/oír un chasquido. Se produce una sensación de latigazo con dolor intenso y con la aparición casi inmediata de un hematoma de tamaño variable. Cuando la rotura de fibras es total, se requiere cirugía.
La importancia de un buen masaje muscular tras el entreno para prevenir lesiones
Tras la práctica de la actividad deportiva es recomendable aplicar un ligero masaje sobre los músculos más exigidos durante la misma. Para ello, lo ideal es utilizar cremas o geles con una composición natural efectiva, tal y como es el caso de Kyrocream Orginal que, gracias a los principios activos presentes en su formulación (árnica, hipérico y caléndula), se interviene de manera eficaz en los procesos de recuperación muscular, molestias y alivio de dolor articular, mediante su aplicación en zonas muy concretas.
Anna Rovira, directora de Outback Nature’s Pharmacy (laboratorio propietario de la marca Kyrocream), comparte un consejo dirigido a todas las personas que practican ejercicio físico: “aplicar cremas para el masaje post-deporte ayuda a preparar músculos y ligamentos y a prevenir lesiones durante la práctica del ejercicio físico. De igual forma, las cremas también facilitan la recuperación muscular y articular, dejándonos listos para la siguiente sesión de entrenamiento”.
Los productos Kyrocream se pueden recibir en 24 horas si los adquieres en la tienda online de Laboratorios Outback, aunque también puedes encargarlos en farmacias, parafarmacias y centros especializados en fisioterapia, deporte y rehabilitación.
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